Tarjetas bancarias
Las tarjetas bancarias se han convertido en el estándar de pago de la actualidad, pero hay que recordar que su uso no esta exento de gastos y que si nos decantamos por financiar el importe dispuesto el tipo de interés que nos aplican es uno de los más caros que podemos encontrar en el mercado, por lo que conocer sus características nos evitará sustos en el futuro.
En detalle:
1. Concepto
2. Modalidades
3. Formas de emisión
4. Sistemas de amortización
5. Costes
- Tarjetas de débito, cuando pagas por un producto o servicio el cargo se realiza de forma automática en la cuenta.
- Tarjetas de crédito, cuando pagas el cargo en tu cuenta se difiere hasta el mes siguiente y puedes fraccionarlo en mensualidades.
- Fraccionar el pago de los importes dispuestos en una tarjeta de crédito es muy caro, siendo habitual que el interés aplicado se encuentre en el entorno del 15 %.
- Recuerda que los límites en la tarjeta de crédito consumen tu capacidad de endeudamiento.
1. Concepto
La tarjeta bancaria no es más que un plástico que dotado de una identidad única permite a su titular movilizar fondos desde su cuenta bancaria o crédito establecido hacia si mismo, retirada de efectivo en un cajero, o hacia un tercero, pago en un determinado establecimiento. En el fondo la tarjeta utilizada como medio de pago no es más que una forma de automatizar una transferencia desde la cuenta del cliente hacia la cuenta del proveedor, asumiendo este último el coste de la transferencia y siendo el banco del titular de la tarjeta el que asume los posibles riesgos de insolvencia. Para que esta transferencia de fondos sea posible las tarjetas se emiten en función de una serie de estándares que conforman las distintas redes, Tarjeta 6000, Visa, Master Card, American Express, Servired, etc.
Leyenda:
- Entidad emisora, denominación de la entidad que emite la tarjeta, habitualmente se trata de una entidad bancaria si bien también puede ser un centro comercial, por ejemplo unos grandes almacenes que faciliten tarjetas a sus clientes para la realización del pago de sus compras.
- Estándar de la tarjeta, esto es red a la que esta adherida la tarjeta para su utilización. En este caso se trata de una tarjeta que opera bajo el es tan dar de Visa. Además en esta zona se suelen colocar distintas medidas de seguridad, en el ejemplo un holograma de una paloma.
- Chip, el ejemplo la tarjeta incorpora un chip con información sobre el titular y características de la tarjeta (límite disponible, etc.) Si bien en el ejemplo el chip es visible hoy en día existen tarjetas que incorporan dicho chip pero embutido en el plástico, por ejemplo las utilizadas en el transporte público de muchas ciudades, donde tan sólo acercando la tarjeta a un lector este reconoce el saldo de la misma y le descuenta el importe del trayecto que va a realizar el usuario.
- Identificación de la tarjeta, se trata del número de identificación de la tarjeta, de tal modo que cada plástico emitido es único, con independencia de que sobre una misma cuenta de tarjetas se expidan varios plásticos o tarjetas físicas a favor de distintas personas.
- Identificación del titular de la tarjeta así como del período de vigencia del plástico físico. En este sentido podemos destacar el hecho de que con independencia del titular de la cuenta de cargo de la tarjeta el plástico se emite con la identificación de la persona que la puede utilizar.
2. Modalidades
- Tarjetas de Crédito, la entidad que la emite concede nos otorga un crédito de compra que podemos consumir como queramos a lo largo de un periodo de tiempo, habitualmente un mes. Así en función de la modalidad de amortización elegida al mes siguiente podremos disponer de la totalidad del límite de crédito de la tarjeta o de la diferencia entre lo dispuesto en el período anterior y el límite de la tarjeta. Su funcionamiento por tanto es muy similar al de una Cuenta de Crédito. Estas tarjetas suelen tener una caducidad anual, aunque su renovación suele ser automática.
- Tarjetas de Débito, estas tarjetas tan sólo son un medio más para disponer del saldo de nuestra cuenta, pudiendo estar asociadas a una Cuenta Corriente, de Crédito o una Libreta de Ahorros. El límite de este tipo de tarjetas no es otro que el saldo de nuestra cuenta, ya que en el momento en que realizamos una disposición se realiza de forma automática su cargo en cuenta. La caducidad de este tipo de tarjetas suele ser plurianual, ya que no representan un riesgo para la entidad que las emite.
3. Formas de emisión
Las tarjetas bancarias se pueden emitir de múltiples formas, si bien todas ellas tienen la misma estructura. Una vez aperturada la cuenta de la tarjeta, las tarjetas bancarias disponen de un número de cuenta propio, de la que puede ser titular tanto una persona física, como jurídica, simplemente se emiten tantos plásticos como personas queramos que puedan utilizar dicha cuenta. Por ejemplo en el caso de una empresa que quiera que todos sus comerciales dispongan de una tarjeta de pago abrirá una única cuenta de tarjeta pero solicitará tantos plásticos como precise. De hecho cada plástico está individualizado, teniendo un número de identificación de tarjeta único, a la vez que el límite de disposición o capacidad de pago de la tarjeta también estará individualizado para cada uno de los plásticos emitidos.
Así cuando una cuenta de tarjeta tan sólo tiene asociado un plástico se dice que es unipersonal. Cuando sobre una misma cuenta tarjeta se emiten distintos plásticos se dice que la cuenta tiene tarjetas beneficiarias.
4. Sistemas de amortización
Es en el caso de las tarjetas de crédito donde podemos elegir la modalidad de pago que más se adecué a nuestras necesidades. De hecho hoy en día proliferan las empresas y entidades financieras que están promoviendo y comercializando micro créditos a través de tarjetas, créditos que por supuesto tienen un elevado coste y de los que, como en el caso de cualquier crédito, respondemos con todo nuestro patrimonio presente y futuro.
Modalidades de amortización más habituales:- 100 % del crédito dispuesto a mes vencido, es la modalidad más extendida y no suele implicar coste alguno.
- Cantidad fija, en esta modalidad fijamos el importe del recibo máximo que pagamos cada mes, de tal modo que sobre el crédito dispuesto se calculan los intereses y se nos carga en la cuenta la totalidad de los intereses y la diferencia hasta el total del recibo se carga como amortización de lo dispuesto. En este caso el límite de la tarjeta se ve siempre aminorado por la cantidad pendiente de amortizar.
- Porcentaje sobre lo dispuesto, funciona igual que el caso anterior, con la salvedad de que el importe del pago se fija como porcentaje del crédito consumido, con una cuantía mínima por recibo.
Si analizamos las anteriores modalidades de amortización vemos que la primera no es más que un crédito gratuito durante un período de un mes. Sin embargo los dos siguientes implican un elevado coste, de hecho es fácil encontrar en el mercado tarjetas de crédito que por el pago aplazado devengan un tipo de interés del 1,50 % mensual, lo que equivale a algo así como el 19,56 % anual. En cualquier caso si hemos de utilizar un sistema de financiación en tarjeta lo más recomendable es utilizar la modalidad de cantidad fija, ya que en la mayoría de los casos pagaremos menos intereses que en el caso del porcentaje sobre importe dispuesto.
5. Costes
En este apartado hemos de distinguir entre los que soporta el titular de la tarjeta y los que soporta el proveedor o comercio donde la utilizamos para pagar.
- Titular de la tarjeta, realización de disposiciones y pagos
- Comisión de emisión y renovación, esto es en el momento de la emisión o reemisión del plástico la entidad nos cobra una cantidad fija que se supone cubre los costes de dicho procedimiento.
- Intereses por financiación en tarjeta.
- Comisión por disposición de efectivo en cajeros automáticos. En este caso si se trata de tarjetas de débito dependerá de si la utilizamos en cajeros pertenecientes a otra entidad u otra red. En el caso de las tarjetas de crédito dicha comisión se devengará siempre con independencia del cajero utilizado. Hay que tener presente que dichas comisiones cuando se devengan suelen tener mínimos elevados, por lo que en el caso de que veamos que nos van a cobrar por disponer es más interesante disponer de una cantidad mayor de la habitual. Por último hemos de tener en cuenta que el cajero automático nos ha de informar de su importe previamente, pudiendo cancelar la operación en dicho momento.
- No existe costes alguno derivado de su utilización como instrumento de pago, esto es cuando la utilizamos para pagar en un comercio tanto si el pago se realiza en el país de origen de la tarjeta como en cualquier otro.
- Comercio o proveedor, cuando se realización de cobros
De una parte el comercio o proveedor precisa de la instalación de un datáfono, instrumento que permite la codificación de los datos de la tarjeta y conexión al sistema de pago electrónico del banco. Sin embargo las entidades financieras cobran una comisión a los comercios en función del importe pagado que de media se sitúa en el momento actual - febrero 2008- en un 1.52 % del importe de la transacción. Esto no quiere decir que dicha comisión sea siempre igual sino que nos podemos encontrar con distintos comercios que o paguen nada y otros que satisfagan comisiones muy superiores.